Dado que para el procesamiento de minerales vía hidrometalurgia y en particular en la etapa de lixiviación en pilas, es preponderante la correcta distribución de soluciones de operación, en este caso, solución lixiviante sobre un lecho mineralizado.
La instalación de un sistema de riego apropiado favorece la irrigación homogénea y uniforme de tres flujos esenciales para el proceso, estos son el refino, solución intermedia y agua, los que se dosifican en función de la tasa de riego definida y la concentración de solución cargada esperada la cual es enviada al proceso siguiente.
Este sistema debe impedir el arrastre de partículas finas al mismo tiempo de evitar pérdidas elevadas por evaporación o por efecto del viento y, por supuesto, ser capaz de cubrir toda la superficie de la pila para que esta logre reaccionar por completo y liberar el metal rojo.
Dependiendo de las condiciones ambientales y de la disponibilidad del recurso hídrico, el sistema de riego puede distribuir las soluciones por medio de goteros o por aspersores tipo wobblers o sprinklers.
Respecto de la selección del método apropiado de irrigación se puede señalar que Será conveniente el método de riego por goteo,
- Si el pH al cual se opera no permite la precipitación de las durezas del agua (obstrucción de goteros).
- Si las bajas de temperatura generan un riesgo de congelamiento de la solución.
- Si las condiciones meteorológicas presentan un régimen permanente de vientos fuertes.
- Si el agua es un recurso escaso.
- Si se requiere asegurar la uniformidad del proceso junto a una baja tasa de riego.
Por otra parte, el método riego por aspersores y boquillas será óptimo cuando,
- Se cuenta con altos niveles de mineralización en el agua y existe el riesgo de precipitaciones de carbonatos.
- Las condiciones operacionales requieren un aumento en la oxigenación de la solución.
- Las condiciones meteorológicas presentan un régimen de vientos moderados y/o intermitentes.
- El recurso hídrico no es un factor limitante.
También es posible hallar sistemas de riego mixtos en pilas dinámicas, en donde en una primera instancia se humecta la corona por medio de goteros seguidos de una aspersión de solución en los taludes, todo esto bajo una razón de 11:1 horas respectivamente. El riego por aspersión también es utilizado al final del ciclo para realizar un lavado de ripios a fin de desplazar y recuperar los remanentes de cobre disuelto.
La distribución de emisores en la malla está definida en función de la uniformidad del proceso, por lo que un exceso de irrigadores podría ocasionar que las áreas de mojabilidad unitarias se sobrepongan, causando así un sobregoteo en la misma sección transversal. Al proyectar esta situación por cada irrigador, a largo plazo existe una pérdida de ácido debido al afloramiento de la solución hacia la superficie.
En contraparte, la escasez de puntos de distribución de solución imposibilita el correcto mojado de las partículas minerales que contienen el metal valioso, quedando entonces sectores sin probabilidad de entrar en contacto con el fluido lixiviante disminuyendo así su recuperación.
Junto con la selección del sistema de emisión idóneo para el proceso en operación, para disminuir el envejecimiento de las mallas de flujo, es recomendable realizar mantenciones una vez terminado cada ciclo de lixiviación. Estas acciones de conservación comprenden la desulfatación y flushing de líneas de riego para desprender sales acumuladas, revisar los posibles desacoples en las uniones para evitar fugas y reemplazar líneas en caso de ser necesario, todo esto a fin de satisfacer los estrictos requisitos operacionales de la industria.
